Abraham firmó una pequeña obra maestra, táctica y física, al correr en «split negativo»: segunda parte (claramente) más rápida que la primera. Recorrió los primeros 21,1 kilómetros en 1h03’50 y los siguientes en 1h02’47, yendo a por el récord en los dos últimos kilómetros.
El ginebrino del LC Uster, siempre muy cómodo en su terreno de Zúrich, al que había llegado desde Eritrea, fue dejando atrás a los numerosos rivales africanos que le acompañaron hasta el kilómetro 30. En la línea de meta, aventajó al burundés Oliver Irabaruta (2h07’13), y el tercer puesto fue para el keniano Francis Cheruiyot (2h09’57). Por supuesto, gana el título de campeón suizo, otorgado durante esta carrera.
No muchos esperaban que Abraham rindiera a un nivel tan alto. En Sapporo, durante los Juegos Olímpicos de Tokio del verano pasado, había abandonado en torno al kilómetro 27, sin aliento. Regresó en septiembre en Viena con un 6º puesto en 2h12’26. Luego, Abraham se esfumó y se fue a preparar su golpe de Zurich en la altura de Kenia, en Iten, una meca del running.
Abraham completa con este nuevo récord y victoria un brillante palmarés: oro europeo en la media maratón en 2016, séptimo puesto en la maratón olímpica de Río ese mismo año, plata en los europeos de Berlín 2018 en la maratón y un noveno puesto en el maratón de los Mundiales de 2019 en Doha.
A sus casi 40 años (el próximo mes de agosto), no pierde de vista a las estrellas emergentes encarnadas por Julien Wanders, que corrió en 2h11’52 en su debut hace una semana en París.
En el último recuento, Abraham aún no había decidido si competiría en los Campeonatos Europeos de Múnich en agosto, para los que podría ser uno de los favoritos. El domingo sólo consiguió superar el tiempo mínimo (2h14’30). También ha cumplido ampliamente el límite para los Mundiales de Eugene (EE.UU.) en julio.
También cabe destacar el alentador 6º puesto del ginebrino Julien Lyon (2h16’40), medalla de plata de los Campeonatos de Suiza, que firma su regreso tras varias temporadas de dificultades.
En la carrera femenina, Maude Mathys, de Vaud, ocupó el segundo lugar, pero ganó el oro nacional en 2h33’35, justo detrás de la etíope Hawas Demitu (2h33’08). El tercer puesto fue para la francesa Anaïs Sabrie, que cruzó la meta en 2h37’09».