La gran fiesta del running volvió a su fecha habitual. Un último domingo de abril lleno de emociones, de zancadas, de 30.000 participantes dispuestos a cruzar la meta del Paseo de Recoletos en una de las tres distancias de la Zurich Rock’n’Roll Running Series Madrid.
Después de cuarenta y cuatro ediciones, el maratón más antiguo de España quiere dejar clara una cosa: aquí se siguen batiendo récords. Para empezar, el récord femenino de la prueba. No hubo uno, ni dos, sino cuatro participantes en la meta que dejaron atrás las 2h26’24» logradas por Shasho Insermu en 2019. Pero sólo una de ellas dejará su nombre grabado en piedra: la etíope Siranesh Yirga, que pulverizó el tiempo en 2h24’37». Detrás de ella, sus compatriotas Mereset Abebayehu (2h25’18») y Kasu Bitew (2h26’18»), completaron un podio histórico.
La victoria masculina también fue etíope. Abdela Godana Gemeda revalidó su victoria del pasado septiembre (2h08’44»), dejando atrás al ugandés Geofrey Kusuro (2h09’23») y al etíope Zewudu Hailu Bekele (2h09’27»).
Otro hito estadístico en el maratón masculino fue que los cinco primeros participantes consiguieron cruzar el arco de meta en menos de 2 horas y 10 minutos, algo que nunca había ocurrido en Madrid.
El gallego Tariku Novales, tras un calvario de lesiones, recordará la meta de la Zurich Rock’n’Roll Running Series Madrid como el lugar donde tomó la alternativa con la distancia de Philippides. Tras mucho sufrimiento, cruzó la meta en 2h22’07».
En la carrera femenina, la madrileña Tamara Sanfabio repitió la primera posición nacional, con 2h55’47» en la meta, tras haber hecho lo propio en 2021.