Antes de hablar de la microbiota intestinal y de su importante papel en nuestra salud, tenemos que empezar por la base, el terreno que recibe los alimentos, es decir, el intestino. Este órgano es la mayor interfaz con el medio ambiente externo (unos 300m², equivalente a la superficie de una pista de tenis). Esto es necesario para la digestión y la absorción de nutrientes, la principal función del intestino. Sin embargo, esta interfaz expone al organismo a agentes nocivos del exterior: microorganismos de todo tipo, antígenos, toxinas, contaminantes, etc.
¿Qué es la microbiota intestinal?
La microbiota intestinal (o flora intestinal) es el conjunto de microorganismos que contiene nuestro sistema digestivo. Su equilibrio es esencial para la salud, ya que muchos microorganismos (bacterias) son beneficiosos, otros pueden ser perjudiciales y desencadenar enfermedades.
La flora intestinal está formada por unos 100.000 millones de bacterias, más de 10 veces el número total de células del cuerpo humano. En los adultos sanos, la flora está compuesta por unas 400 cepas bacterianas y representa entre 1/3 y 2/3 del peso de las heces, debido a su crecimiento diario. A título informativo, podemos mencionar Streptococcus, Lactobacillus, Bacteroides, Clostridium, Bifidobacterium…
¿Qué impacto tiene la flora intestinal en la salud?
La flora intestinal tiene 3 funciones principales en la salud:
- Digestión de los alimentos: la flora intestinal fermenta en el colon todos los residuos de alimentos no digeridos en el intestino delgado. Además, permite la síntesis de ácidos grasos de cadena corta, así como de vitaminas K, B8 y B12.
- Efecto barrera: es esta función de barrera, con la que la inmunidad está muy vinculada, la que tiene por objeto controlar el paso de las moléculas (noción de permeabilidad) y de los microorganismos (noción de translocación). El epitelio es la frontera física que delimita el medio interno y el externo, una capa unitaria de células unidas entre sí por todo un conjunto de proteínas específicas llamadas uniones intercelulares. Todo lo que atraviesa este epitelio desde el exterior acaba en el medio interno y, por tanto, es probable que llegue a la circulación periférica y, en última instancia, a todo el cuerpo humano. La microbiota debe proteger al organismo de las bacterias que le son perjudiciales (también llamadas patógenas).
- Refuerzo del sistema inmunitario: ejerce una estimulación permanente del sistema inmunitario, donde más de la mitad de las células inmunitarias se encuentran en el intestino.
Es por estas 3 razones que es esencial cuidar tu microbiota intestinal con una dieta adaptada y probióticos.
¿Qué puede alterar la microbiota intestinal?
Como recordatorio, hay dos floras:
- La flora endógena es el conjunto de especies microbianas que cohabitan en el tubo digestivo y son capaces de multiplicarse en él
- La flora exógena o de paso representa las especies que pasan por el tubo digestivo sin poder colonizarlo
La flora intestinal se encuentra en un estado de equilibrio dinámico, que puede verse modificado en su composición o funcionamiento por la acción de diferentes factores, hablamos de disbiosis. Los principales factores son :
- Desequilibrio en la calidad y/o cantidad de la dieta, comida industrial, comida basura, etc.
- Mala calidad y/o cantidad de sueño
- Envejecimiento
- Tabaco
- Estrés oxidativo
- Obesidad
- Inflamación crónica
- Desequilibrio ácido-base crónico
- Medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), antibióticos (TBA)… cirugía
- El estrés en su totalidad tal y como lo conocemos hoy en día: familiar, profesional
- El deporte de alto nivel, amateur o profesional, ya sea el ciclismo, el trail running, el triatlón, el rugby, el tenis, el fútbol… provoca trastornos peristálticos, ondas de choque, hemorragias y otros trastornos digestivos…
La relación entre el sistema inmunitario y la microbiota intestinal
El tejido linfático es el conjunto de órganos donde residen los linfocitos y otras células del sistema inmunitario. El tejido linfático asociado a la mucosa intestinal representa alrededor del 70% del número total de células inmunitarias de nuestro organismo.
El tejido linfático asociado a la mucosa intestinal tiene dos funciones principales:
- La vigilancia, que se consigue mediante la captura directa de antígenos en la luz intestinal y el reconocimiento de antígenos de origen infeccioso que han atravesado la barrera intestinal. A continuación, se establece una respuesta inmunitaria adecuada para hacer frente a estos antígenos.
- La tolerancia es otra función importante, ya que el intestino está en contacto constante con los alimentos y los antígenos ambientales. La mayoría de estos antígenos son inofensivos; una reacción inflamatoria crónica e incontrolada sería perjudicial para el organismo. Así, el sistema inmunitario intestinal básico se suprime para permitir esta tolerancia.
Tener una microbiota intestinal sana es primordial para estar sano.
¿Cuáles son las consecuencias de un desequilibrio en la microbiota intestinal?
El desequilibrio de la microbiota intestinal está en el origen del desarrollo de patologías, diversas enfermedades para las que el individuo desarrolla un terreno favorable como :
- Trastornos digestivos: hinchazón, enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), diarrea, estreñimiento
- Enfermedades inflamatorias: enfermedad de Crohn (EC), rectocolitis hemorrágica (CU), poliartritis, tendinitis… diversas inflamaciones del cuerpo
- Intolerancias, alergias alimentarias diversas: gluten, lactosa…
- El síndrome del intestino irritable…
Probióticos, una solución para la microbiota intestinal
Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se ingieren en cantidades adecuadas, tienen efectos beneficiosos para el organismo anfitrión al mejorar las propiedades de su flora intestinal.
Para reequilibrar una microbiota intestinal dañada, se recomienda la ingesta de fermentos lácticos por vía oral. Los probióticos más utilizados son los preparados a base de bifidobacterias, lactobacilos y estreptococos lácticos (bacterias idénticas a las que componen nuestra flora dominante y subdominante presente de forma natural en el intestino).
Hay probióticos naturales que se encuentran en alimentos como los yogures y las leches fermentadas, los derivados de la soja y las aceitunas.
En conclusión sobre la microbiota intestinal
La microbiota intestinal es muy eficiente, pero a veces, tras diversos acontecimientos, puede resultar dañada. Cuídala a diario… es la puerta de entrada a tu organismo que irradia a través de tu cuerpo de la cabeza a los pies. Hay muchas formas de vivir serenamente a nivel digestivo, por mencionar sólo las principales: actividad física crónica, dieta equilibrada, calidad y cantidad de sueño, hidratación suficiente, meditación, relajación… suplementación probiótica supervisada y guiada por profesionales cualificados (médicos, dietistas, nutricionistas, psicólogos, educadores de actividad física adaptada)…
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* Artículo publicado por Nicolas Aubineau, dietista y nutricionista deportivo