Ah, la Liga Drew, el escenario perfecto para convertirse en el éxito del verano, gracias a unos cuantos highlights virales y mientras se aprovecha el desierto mediático para saltar a la brecha de YouTube Game. Un hombre lo ha descubierto y ese hombre es Hezi God, el rey de los terrenos de juego en Estados Unidos y que se lo ha pasado en grande en la Liga de Verano durante las últimas semanas. ¿Anoche? Casi nos apetece darle un contrato de la NBA, al azar, en lugar de Danny Green, sólo para conseguir una foto de cabecera gratis.
Está más acostumbrado a ridiculizar a los atrevidos en el asfalto, pero este verano Hezi dijo azy voy a por ello. Fiel a su costumbre de pasearse por oscuros gimnasios entre junio y septiembre, el animador lleva unas semanas mirando a los ojos a LiAngelo Ball o a Jordan Bell, infligiéndoles algún que otro abuso en el procesoSí, sólo estamos hablando de escarceos con un medidor de intensidad cercano a cero, pero también nos recuerda la notable diferencia de nivel entre cualquier jugador corriente y el más inútil de los jugadores de la NBA, DeAndre Jordan por ejemplo, dos tiros a la cabeza por el precio de uno.
Anoche, en cualquier caso, no hubo brecha entre la NBA y el bendo, y Daniel Gafford -entre otros- pudo darse cuenta de ello al tomar el rayo en numerosas ocasiones contra la versión cuadrada del Tío Drew, contra la versión borracha de Lance Stephenson. Porque está claro que hay algo de Born Ready en este jugador, tanto en su juego, hecho de destellos deslumbrantes y tiros completamente lunares, como en sus celebraciones, cada éxito celebrado como una victoria en la Copa del Mundo y la mayoría de las veces contoneándose como un borracho a la salida de un balón. Todo lo que nos gusta y todo lo que buscamos entre julio y agosto, excepto quizás Daniel Gafford, que no tenía previsto presentarse como el asistente de mierda de un payaso salido de (casi) la nada.
La semana pasada ya se había quedado con 33 y esta noche ha destrozado la cuenta. Hezi God hace honor a su nombre y enciende nuestras noches de verano antes de salir a los parques infantiles de todo el país. Y terminamos removiendo la olla: no, Danny Green no dura ni 10 segundos en defensa contra este caballo furioso.