Habrá nuevo campeón: Minnesota dejó fuera a Denver Nuggets

Minnesota Timberwolves cantó victoria (90×98) en el juego siete contra Denver Nuggets y clasificó a las finales de conferencia después de 20 años de espera. El equipo de Chris Finch remontó una diferencia de 20 puntos para silenciar el Ball Arena y sellar su pase a la siguiente ronda de la competición. Ahora define el pase a la final contra los Dallas Mavericks.

Timberwolves rompió un récord en la NBA. Es la primera vez que un equipo remonta una diferencia de 15 puntos al entretiempo en un juego siete. Demostró que está para grandes cosas. Dejó en el camino al vigente campeón en su propia casa. Es un equipo joven con sed de anillo y liderados por un talento generacional: Anthony Edwards.

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No entraba un alma en el Ball Arena. Más de 20 mil personas presentes para vivir una final anticipada. La vibra de un win or go home de la NBA es distinta. Es única.

Denver comenzó el partido liderando todas las estadísticas. Salió con un ritmo arrollador y sacó una ventaja máxima de cinco puntos. Nikola Jokic y Jamal Murray se estaban comiendo a unos Timberwolves que no se encontraban en cancha. El primer cuarto terminó 24×19 a favor de la franquicia de Colorado.

El segundo cuarto se mantuvo con la misma dinámica: Denver muy acertado en tiros de campo y jugando un basket muy asociativo. Buenas posesiones de balón y distribución del mismo. Mientras que Minnesota estaba perdido en cancha. Muchas perdidas y tiros forzados que no llegaban a canasta. Denver aprovechó para estirar la ventaja a 15 puntos en el segundo cuarto. Se fue al descanso ganando 53×38.

A esto se le suma que Edwards tuvo una primera mitad muy mala. Apenas uno de cuatro en tiros de campo en 20 minutos. Se esperaba mucho más para la estrella del equipo.

Si bien el tercer cuarto inició igual que los dos anteriores, algo cambió en Minnesota. Los tiros empezaron a entrar y la defensa ajustó mucho más. Denver empezó a fallar y los Wolves reducían la ventaja poco a poco. Llegó a estar abajo por 20 puntos con 8:30 por jugar del 3C y redujo la diferencia a seis puntos con 4:30 por jugar.

Todo le salía a los Wolves. El trabajo en defensa de Karl-Anthony Towns y Rudy Gobert fue sobresaliente. Entre los dos se devoraron a Jokic en la pintura. El serbio no estuvo cómodo en la segunda mitad y Denver lo sintió. Los de Finch ganaron el cuarto 14×28 y llegaban al último cuarto abajo por tan solo un punto (68×67).

El 4C fue una exhibición de Anthony Edwards en ataque. Acertado en el pase y en la toma de decisión. Buena selección de tiros y un alto porcentaje de acierto. Apretó en el clutch y guio la remontada del cuadro visitante. A esto se le suma el aporte del Sexto Hombre del Año, Naz Reid, con siete puntos en los últimos cinco minutos del compromiso.

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Pasó lo imposible. Denver perdió en casa luego de tener una ventaja de +20 puntos. El último cuarto terminó 23×32 a favor de Minnesota, al igual que el computo total de puntos (90×98). Los Wolves tumban al campeón y se consolidan como favoritos a llevarse el anillo. El equipo tiene un aura especial. Puede ser el año en el que ganen su primer campeonato de la NBA.